1.  José de Espronceda, escritor español, el más caracterizado representante de la poesía romántica española. Sus poesías, publicadas en periódicos o recitadas por él, le hicieron famoso en breve tiempo. En 1840, la publicación del volumen de sus Poesías y de las primeras entregas de El diablo mundo le convirtieron en la primera figura literaria de España. De pensamiento liberal, sufrió destierros, pero también ocupó cargos públicos en los períodos progresistas. El estudiante de Salamanca, A una estrella, Alarifa y el Canto a Teresa influirán hasta en la generación del 1927.

2.  San Juan De La Cruz, religioso y escritor español. A los veinticinco años conoció a Santa Teresa y, juntos, decidieron reformar las respectivas órdenes carmelitanas. Su nombre ha llegado a nosotros, sobre todo, por su poesía, no muy abundante, que le califica como a uno de los grandes líricos y místicos españoles. Destacan Noche oscura, Cántico espiritual inspirado en el Cantar de los cantares, y la Llama de amor viva, puro grito del alma encendida de amor divino. Su prosa tiene, asimismo, una extraordinaria calidad lírica.

3.  Camilo José Cela, escritor español. Su primera novela, La familia de Pascual Duarte, llevada a la pantalla en 1976, fue una de las mayores revelaciones literarias de la posguerra española, por su dominio de los medios expresivos y su relación con naturalismo que, en obras sucesivas, ha ido evolucionando hacia procedimientos expresionistas. Entre sus libros más destacados sobresalen La colmena, La catira, Pabellón de reposo, el poético Viaje al Alcarria y Del Miño al Bidasoa. En 1977 fue nombrado Senador por designación real.

4.  Leopoldo Alas y Ureña, llamado Clarín, escritor español. Desde los primeros años de juventud mostró una gran afición hacia la literatura. Abrió su pensamiento al mundo cultural europeo, descubrió la importancia y las posibilidades de la novela y fue un excelente crítico literario. La regenta, Su único hijo, Doña Berta son algunas muestras de su excelente pluma. Toda su producción narrativa se caracteriza por la ironía y la ternura. Como periodista fue un escritor radical, de estilo violento, posición que le creó serias preocupaciones.